EN BROMERIO

medio en broma, medio en serio

17.9.10

Todos los días...

Publicado por Nat |

De Lunes a Viernes sonaba el despertador a las siete de la mañana y ella cuando lo escuchaba enseguida lo apagaba. A las siete y cinco volvía a sonar y ella lo volvía a pagar. Por fin, pasados 15 minutos, se levantaba y se duchaba. Disfrutaba desayunando una gran taza llena de café bien caliente acompañada de unas tostadas con aceite. Sin prisa pero sin pausa, terminaba para el momento después desvestirse y vestirse. Entonces no la quedaba más remedio que salir a a trabajar. Tenía calculado el horario del autobús, pero la mayoría de las veces no coincidía. Resultaba curioso como siempre más tarde o más temprano llegaba el mismo. Con el mismo golpe, el mismo conductor y las mismas caras. El trabajo era pura bagatela, dura gestión para que todo pudiera seguir funcionando, para que el motor que lo hace funcionar no se parara. En el mismo sitio, en el mismo lugar, el mismo despacho, el mismo ordenador, el mismo jefe y los mismos compañeros. Uno de esos días iguales, al salir del trabajo para volver a casa, un coche se precipitó por las escaleras que van a parar a la carretera. Dando la mala suerte de caer en medio de ella justo cuando un automóvil pasaba arrollándola y terminando en el hospital. Se pasó en coma un mes. Durante ese tiempo recuperó la memoria dormida y rezagada que no quiere saber. Cuando sanó volvió a su quehacer como lo fue antes. Porque hay dolores que no se olvidan, no se ven y que duran toda la vida, todos los días. Se levantó y sonó el despertador a las 7 y entonces lo apagó pero esta vez escuchó a los pájaros cantar. Desayunó pero en vez de una taza de café fue un té en un vaso de cristal. Hacía mucho calor y mientras esperaba el autobús observaba como los jejenes intentaban apoderarse de las carnes de los transeúntes. El autobús llegó y reconoció al conductor a quien saludó sonrientemente con unos buenos días. Iba lleno de gente diferente. Aunque la sonaban las caras jamás se había fijado en las vestimentas. La muleta de ese señor que indicaba la prótesis en la rodilla que llevaba. La cara turbia empañada de sudor de ese ejecutivo que hoy perdería su trabajo. Aquel chico que por sus mejillas recorrían dos canales provocados por las lágrimas que denotaban el maltrato que había padecido. La mujer que siempre se sentaba atrás ahora iba en los primeros asientos. En aquellos que se suponen reservados, sentada con esa tripa inflada a punto de estallar en cualquier momento. Y el hombre de las gafas, esas gafas que siempre andaba poniéndose para leer y quitándose cuando pensaba. Cuando llegó al trabajo decidió apagar la  máquina que tantos años había estado manteniendo. Nadie la había sustituido porque nadie podía sustituirla en su trabajo. Una nueva oportunidad le surgía al mundo. Era la dueña del tiempo, del día y de la noche, la que no deja escapar a un gato encerrado. Estuvo a punto de morir y con ello perecer todas las posibilidades de ser lo que realmente siempre fue. Y ahora se erguía como una diosa pretendiendo cautivar al mismísimo diablo, sonando un oud a lo lejos, donde las prístinas gotas anuncian tormenta, en un lugar que apenas llueve. Fue entonces cuando ella, convirtiéndose en una gran hurí, desapareció de ese mundo para no volver a él.




13 comentarios:

Torcuato dijo...

Al final fue para bien el cambio, aunque, ya tomado el impulso, podía haberse ido a pasear en vez de volver a la monotonía de su trabajo.
Un abrazo.

Natalia... dijo...

Espectacular. Me hiciste pensar Nat, en lo mucho que debemos agradecer de cierto modo la rutina..por suerte eso que le ocurrió a tu protagonista, la hizo crecer y quitarse la venda de lo que ocurre cuando miramos a los costados.
Que tengas un excelente fin de semana..

Genín dijo...

Joder, que vergüenza tengo, podría escribir una de esas frases hechas, pero no te voy a ofender, no he entendido nada...
Perdona...
Salud y besitos

Unknown dijo...

Ojalá, Nat, todas las mañanas dedicásemos dos minutos a darnos cuenta de lo bueno que nos rodea. Si nuestra mirada cambia, el mundo cambia.
Un saludo.

Silencio dijo...

¡Qué pena que nos tenga que pasar alguna desgracia para darnos cuenta de las cosas valiosas que nos rodean! Esos pequeños detalles rutinarios, en los que pocas veces caemos, pero están ahí todos los días...
¡Un saludo!

Nat dijo...

No sabes Torcuato lo que agradezco el comentario. Al menos conseguí el cambio!!! Probando hasta que funcione.

que digo Genín que si no lo entiendes es porque es para gente inteligente jajajaj perdóname que yo se qe tú lo eres y mucho y tienes razón quizás no entendiste porque tengo que aprender a escribir que mezclo demasiado... gracias por tu sinceridad que tb me ayuda...

Y sí Natalia, Iconos y Silencio saber apreciar cada instante (como dicen unos que Borges como Bono de U2 y otros atribuyen a Nadine Stair) de la vida es algo bien difícil, al menos para mí. Pero cuando ocurre es realmente maravilloso.

Un abrazo, salud y besitos, que tengáis un excelente semana y un saludo!!!

cercadeafrica dijo...

Que gran momento ese que describes y que parece que determina tanto el día. Esas pequeñas acciones mientras desayunas y te preparas para recibir el día....

PD. Gracias por tus comentarios en mi blog.
un saludo
verónica

MTeresa dijo...

Hay que reflexionar
y tu relato sirva
para eso, no debemos quedarnos
con las frases hechas
y las rutinas que amuerman.

Andybel dijo...

.-A TODOS: Sí, es cierto; saco la conclusión de que si nos paramos un rato a pensar tranquilamente, podemos afirmar categóricamente que "TENEMOS MUCHOS MOTIVOS PARA SER FELICES", y a veces no los sabemos apreciar.

.-Muy buena reflexión, Nat. Un saludo para todos.

Drywater dijo...

¿Y no podríamos darnos cuenta de todo eso sin el mes en coma? Parece que sólo aprendemos de los momentos cuando estamos a punto de perderlos.

Un gran relato

Abacab dijo...

Es imposible no sentirse identificado con la historia. Aún así, espero no tener que pasar por experiencia tan traumática para darme cuenta de los pequeños placeres y detalles que hacen que la vida valga la pena.

Un abrazo Nat!

Caty Cordero dijo...

Me encaaanta haber descubierto tu blog gracias al concurso de 20 minutos. Felicidades. Un puntazo como una casa te doy.

Beatriz Salas Escarpa dijo...

Hola Nat, he grabado este relato y te dejo el enlace para que lo oigas. Ha sido un placer hacerlo y te doy las gracias por la sugerencia.
Espero que te guste.
Un fuerte abrazo.

Beatriz

http://beatrizsalas10.blogspot.com/2011/02/todos-los-dias-nat.html

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