EN BROMERIO

Hace unos años cuando le dije a un amigo, que estudiaba no se qué ingeniera, que la realidad no existe sino que es un percepción me miró y se echó a reír. Con el tiempo me tuvo que dar la razón. Yo no digo que estudiar no sea importante pero creo que pensar lo es más. Y a veces desde la ignorancia se tiene un conocimiento más profundo o acertado que desde el aprendizaje y la experiencia empírica. Pero en este mundo sólo se investiga lo que se percibe con los sentidos, el resto no importa o quizás sí, pero no interesa…Esta mañana me desperté con un presentimiento. Algo especial iba a ocurrir.Algo que podría cambiar una parte de mi vida. Pero, ¿qué parte? ¿y por qué?. Estaba muy nerviosa ante esta situación creyendo en mi intuición. Cualquier cosa que ocurría a alrededor mío la miraba expectante pensando que eso sería algo importante. Sin darme cuenta que realmente todas las cosas, sobre todo las más pequeñas, son importantes.Porque todas esas cosas pequeñas terminan siempre siendo una gran cosa. Algo que en la normalidad de nuestras vidas no nos damos cuenta y sólo lo valoramos en momentos puntuales que generalmente suelen ser los más difíciles. De ahí que dicen aquello que de donde más se aprende es de las cosas malas que te ocurren. Pues quizás no sea tan cierto, a lo mejor es sólo que en esos momentos vivimos con más intensidad que el resto del tiempo y que si fuésemos capaces de invertirlo disfrutaríamos mucho más aprendiendo de lo bueno. Así que el día pasó y a mí nada nuevo y diferente me ocurrió. Seguro que si no hubiera pensado que me iba a pasar algo bueno y especial no me hubiera parecido el día tan aburrido. Pero aún así yo seguía teniendo esa sensación. Ya de noche me puse a pensar en algo que en otras ocasiones ya había hecho. Si todas ideas que fluyen por mi mente constantemente estuvieran en una bitácora y las colocara en un mismo lugar, quizás encontrara esa estabilidad que he echado siempre en falta. No lo se. Ya lo intenté otras veces y no funcionó porque el lugar donde alojaba esas ideas no era el que esperaba. Siempre he tenido esa necesidad de contar, tanto o más como la necesidad de estar continuamente moviendo mis pies. Por enésima vez en 4 o 5 años me puse a diseñar un nuevo espacio. Y al final la que sucedí fui yo y mi afán constante por crear. Así que, después de varios abortos y algún que otro intento fallido, por fin surge“En Bromerio” medio en broma, medio en serio. Los proyectos hay que llevarlos a cabo y, cuando eso ocurre, sólo por el hecho de intentarlo es algo especial. Cuando un proyecto se lleva a cabo una ilusión se convierte en realidad y en ese momento la realidad se transforma en una nueva ilusión y así sucesivamente sin pensar en estos dos conceptos como algo separado. De esta forma se nos brinda la oportunidad de vivir con más ilusión y ser más conscientes de nuestra realidad.